Proyecto promovido por ©FUNDIPP.
Cada persona tiene una balanza entre unos factores que le provocan dolor y unos factores de afrontamiento que le ayudan a soportarlo. Para la persona con riesgo suicida los factores de dolor desequilibran su balanza a su favor. Estos factores son diferentes para cada persona. Disminuir estos factores puede ayudar a redirigir a la persona hacia sus factores de afrontamiento y así equilibrar su balanza.
Razonamiento alterado: Si tu familiar tiene el pensamiento alterado o dificultades para pensar o concentrarse, puede malentender tus acciones, las de sus amigos o figuras de apoyo. Esto puede llevar a tener dificultades y errores de interpretación. Es positivo que mantengas con la persona conversaciones simples y breves, expresando regularmente tu interés hacia ella. No discutas los malentendidos para no incrementar las dificultades.
Evitación del contacto social, o retraimiento: Es muy frecuente que las personas con riesgo suicida se aíslen de sus relaciones sociales. Contacte cuidadosamente con la persona, a pesar de su retraimiento. Forzar a alguien que se una a la vida familiar no siempre tiene el resultado deseado. Una gentil persuasión uno a uno con miembros de la familia puede ser beneficioso. Muestra un genuino deseo de entender, haciendo preguntas y escuchando sus respuestas.
Desesperanza o profundidad de la depresión: Sé tolerante, afectuoso y alentador. Aumente su autoestima y trate de persuadir a otros familiares y amigos para que no sean críticos ni tengan actitudes negativas con la persona en riesgo.
Sensación de ser una carga: La persona con una crisis suicida puede sentir que su familia o amigos estarán mejor sin él. Puede describirse como una mala persona. Si sospechas que tu familiar siente esto, debes hacer esfuerzos para que la persona se sienta valorada como buena, querida, necesitada o amada.
Alteraciones del sueño: Es bien sabido que las alteraciones y la falta de sueño desorientan a las personas. Estimule a la persona a levantarse y permanecer levantado, a comprometerse a salir a caminar o a realizar otras actividades físicas de manera que cuando sea la hora de acostarse la persona se sienta cansada.
Sentirse aislado y solo: Aunque es posible que no vivas con tu pariente debes mantenerte en contacto con él/ella regularmente, si es posible llamarle por teléfono, pasar a conversar con él/ella, envía un email o un whatssap. En general, haz que se sienta necesitado y deseado.
Falta de autoestima: Muchas personas pierden su autoestima cuando cualquier esfuerzo que hagan para asegurarse un buen futuro fracasa. (Por ejemplo, incapacidad de obtener o mantener un trabajo). Estimularles a que hagan pequeñas tareas en la casa puede ayudar tanto para subirles la autoestima como para construir confianza y una relación afectuosa.
Situación de la persona tras el intento suicida
Si la persona es ingresada en un hospital
Tras el ingreso hospitalario
¿Qué hacer?
¿Qué no hacer?
Pasos a seguir ante el intento de suicidio de un familiar
CONSULTA LOS TELEFONOS REOMENDADOS EN EL AREA DE CONTACTO
Pautas de prevención para familiares y centros educativos
¿Qué hacer en una situación de posible riesgo?
Detectar alguna de estas señales de alerta:
Muchas personas con el intento de suicidio evidencian una serie de signos y síntomas que hacen posible la detección precoz del riesgo suicida. Estas señales pueden ser verbales o no verbales.
Señales de alerta verbales
Comentarios o verbalizaciones negativas. | ● “No sirvo para nada”
● “Mi vida es un asco” ● “Soy una carga para todo el mundo” ● “Todos estaréis más tranquilos sin mí” |
Comentarios negativos sobre su futuro. | ● “Esto no tiene solución”
● “Quiero acabar con todo” |
Despedidas verbales o escritas. | ● “En todo este tiempo me has ayudado mucho” |
Comentarios o verbalizaciones relacionadas con el acto suicida o la muerte. | ● “Quiero desaparecer”
● “Quiero descansar” ● “Quiero morir” ● “No merece la pena seguir luchando y seguir viviendo” |
Señales de alerta no verbales
Cambio en su conducta |
● Aumento de irascibilidad, irritabilidad, agresividad, aumento de consumo de tóxicos.
● Periodo de una gran calma cuando ha tenido lugar una gran agitación. Esta calma puede indicar un riesgo inminente. |
Aparición de lesiones recientes en alguna parte del cuerpo | ● Autoagresiones y autolesiones |
Regalar objetos muy personales | ● Regalar objetos preciados y queridos por la persona |
Cerrar asuntos | ● Cerrar cosas que la persona tenga “pendiente” |
Preparación de documentos para cuando la persona no esté | ● Entrega de objetos o documentos con valor emocional para la persona. |
El hecho de que estas señales no se detecten no significa que no se pueda llevar a cabo un intento de suicidio.
¿Que puedo hacer en caso de una situación de riesgo?
Cuando estamos ante una situación de riesgo suicida, podemos seguir una serie de pautas que nos ayudarán como estrategias de actuación.
– Llamar a los teléfonos de ayuda
– Acudir a urgencias del hospital o el centro de salud más cercano.
– Informar a las personas cercanas de la situación que la persona está viviendo.
– Retirar en su entorno todo tipo de material susceptible que pueda tener una finalidad suicida
– Mantener un control en el acceso de medicamentos.
– Involucrar a las personas cercanas, sobre todo a amigos cercanos y familiares. Algunas veces los amigos pueden llegar más allá que las familias y ser un mayor apoyo al que poder acudir.
– Poner a la persona en contacto con un Servicio de Salud Mental o urgencias psiquiátricas.
– Facilitar la búsqueda de alternativas.
– Señalar la importancia de un seguimiento por los profesionales de la salud mental.
– Importante no juzgar a la persona.
– Tomar las amenazas como algo serio y no minimizar sus problemas.
– No entrar en pánico e intentar ayudarle a buscar soluciones.
– Emplear términos que ayuden a la persona y que se sienta escuchada.
– Hablar sobre el suicidio de manera abierta y sin miedo.
– Conocer y hablar de lo que le preocupa y la razón por la que quiere acabar con su vida.
– Estar atento a las señales de alerta comentadas previamente
– En el caso de que la persona contacte telefónicamente, se intentará recabar la máxima información posible y hablar el mayor tiempo con ella al teléfono.
– Recabar toda la información posible (su nombre, donde está, con quién está, problemas principales, intentos previos, abuso de sustancias, existencia de alguna enfermedad física o mental, profesión, contexto familiar y aficiones).
– Actuar con paciencia, tranquilidad y empatía. Además acercarse manteniendo una distancia prudencial y en el caso de que se pueda, contacto físico.
– Usar frases cortas y estar atento a su comunicación no verbal.
– Evitar hacer promesas que no se pueden llegar a cumplir
– Es muy importante transmitir a la persona que la situación que está viviendo tiene esperanza y una salida. Se intentará buscar conjuntamente alternativas a esta situación.